Consejos para ganar en las redes sociales

Consejos para ganar en las redes sociales

¿Can­sado de que no te hable ni tu her­mana en Face­book, Badoo o MyS­pace? ¿Enojado por­que ni tu perro se te acerca aún cuando no da más de ham­bre? Segu­ra­mente algo estés haciendo mal, y gran parte de eso puede que sea la foto que ele­giste para ilus­trar tu per­fil (recuerda el dicho, una ima­gen vale más que mil pala­bras) y no es que las per­so­nas del otro sexo (o del mismo, si te gusta) sean malas, todo se trata de una cues­tión ins­tin­tiva e incons­ciente que hace que los demás pasen de largo cuando miran tu foto… ¿Cuá­les son esas cosas? ¿Estará el tipo este que escribe pasado de mirar Lie to Me? No ami­gos, acabo de leer un muy intere­sante artículo que trata de las fotos en los per­fi­les lla­mado “los 4 mitos de las imá­ge­nes de los per­fi­les”, y si, con­cor­da­rás con­migo que hay gente que se dedica a estu­diar eso que por cierto, deja con­clu­sio­nes muy interesantes:

Mito 1: Siem­pre es mejor si se sonríe:

Eso lo dice hasta la abuela: “M’hijito siem­pre son­rie y mos­tra­les a todos bien grande la son­risa así se ven los dien­tes” ¿Es ver­dad lo que siem­pre dijo la abuela? Vere­mos que dice el artículo:

• Las chi­cas que “más hits con­vier­ten” en sus per­fi­les son las que son­ríen con una mirada coqueta hacia la cámara.
• Los tipos, por el con­tra­rio, ganan más cuando no son­ríen ni miran para la cámara ¿Por­qué sucede esto? Froid se lo llevó a la tumba…

Mito 2: Nunca te tomes fotos con el celular

Eso de tomarse fotos con el celu­lar parece ser un tema de flog­gers, es más, solo falta usar chu­pi­nes y cor­do­nes de colo­res. Y la ver­dad que este mito tiene bas­tante de lógico, ya que si com­pa­ra­mos la cali­dad de una cámara de celu­lar común y corriente y una cámara digi­tal no hay com­pa­ra­ción… ¿Pero tie­nen impacto las imá­ge­nes saca­das desde muy cerca con los teléfonos?
Pero los fríos núme­ros no dicen lo mismo, es mas, bási­ca­mente no mues­tran una dife­ren­cia sus­tan­cial entre los “auto­re­tra­tos”, con la dife­ren­cia que la clá­sica “foto Mys­pace” (muje­res sacán­dose desde arriba con cara de nenita triste y con la inten­ción de aumen­tar el tamaño de sus pechos es, lejos, la que más llama la aten­ción a los hom­bres. Dicen la “foto Mys­pace” es la mejor car­nada para el hombre-pescado.

Mito 3: Si sos hom­bre nunca mues­tre el torso

Qui­zás este mito lo implantó alguien que estaba medio pasado de kilaje, pero lo que es cierto es que hay cierto mito dando vuelta sobre que “es de banana” andar mos­trando fotos mos­trando el cue­raje. En lo per­so­nal creo que “lo de banana” va más en la acti­tud y no en si tenés un armani o estás en zunga en la foto. Lo cierto es que si el que mues­tra el torso es atrac­tivo tiene muchí­si­mas chan­ces de ganar más que si no lo hace, casi tanto como apa­re­ciendo al lado de un lindo ani­mal (¡WTF!). Obvia­mente al pasar el tiempo el hit rate decrece, segu­ra­mente mien­tras más gran­des las chi­cas bus­can bille­tera, o no solo quie­ren músculos.

Mito 4: Debes mos­trar la cara, sí o sí

Esto te lo dicen hasta en varias redes socia­les. Algo como “ase­gu­rate de salir bien cla­rito en cámara” (onda foto carné). Pero según estos estu­dios mos­trar la cari­pela no es tan nece­sa­rio para ganar siem­pre y cuando pon­gas una foto intere­sante y mis­te­riosa. Si sos una dama puede ser que pon­gas una foto los pies con los dedos recién pin­ta­dos (los mor­bo­sos de los pies agra­de­ci­dos) y si sos un flaco podés salir tocando la gui­ta­rra o jugando con un perro, al pare­cer esas cosas le dan ter­nura a las minas.
En fin, si sos de los que gus­tan de la socio­lo­gía, psi­co­lo­gía y esas cosas raras que influ­yen en la atrac­ción de esta raza de ani­ma­les con racio­cio­nio lla­mada humano te reco­miendo leer el artículo aun­que sea tra­du­cido por­que vale la pena, ade­más con­tiene otros aná­li­sis como la can­ti­dad de men­sa­jes depen­diendo de la edad y el éxito de las muje­res depen­diendo de cuanto mues­tren el cuerpo. Así que, como ya sabes, el dia­blo y la con­quista tam­bién están en los detalles.




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